«El marxismo es la expresión científica de los intereses de la clase obrera. Para poder destruir al marxismo, ha que destruir a la clase obrera. Pero destruir a la clase obrera no es posible»

Nota clarificadora del traductor

    Con el propósito de evitar de interpretaciones inconvenientes del texto que se le presenta al lector es conveniente matizar el contexto que determina la exposición de las tesis prácticas propuestas en el material en cuestión. Es necesario reseñar el carácter específico de la lucha de clases en la Rusia de hoy. Las atroces condiciones de explotación contrastan, por otro lado, con la cobardía de las clases dominantes y sus representantes, por consiguiente, con su reticencia de presentarse abiertamente como clase explotadora. Ante la continuada degradación del nivel de vida de la clase obrera y la actitud cínica e inconsistente de las clases dominantes rusas la clase obrera está adquiriendo de forma gradual confianza en si misma, la voluntad de proponer una vía de desarrollo frente a un sistema que se está derrumbando hasta sus cimientos. Actualmente, las tomas de fábricas por parte de los colectivos obreros, la destitución de directores de fábrica en contra de la voluntad del cuerpo empresarial etc., han dejado de ser hechos aislados y episódicos, por el contrario, amenaza en convertirse a corto plazo en un movimiento de carácter masivo. La clase obrera rusa está dando los primeros pasos en la lucha de clases, adquiriendo experiencia y traspasando paulatinamente los estrechos horizontes de la lucha economicista hacia formas organizadas de lucha a nivel de clase explotada y alienada de los medios de producción. Las tesis propuestas en el texto son una generalización de la lucha obrera rusa durante estos últimos años, en sus aspectos positivos y negativos, ante todo con el propósito de proponer fórmulas para la elevación de la lucha espontanea del movimiento obrero hacia formas organizadas de clase.
    Para concluir es conveniente reseñar la importancia para el movimiento obrero ruso de hoy de la lucha por la preservación y puesta a efecto de los contratos laborales colectivos en contra de los planes del gobierno de instaurar el contrato individualizado como formula que reemplace a los primeros. El nuevo código laboral propuesto por el gobierno ruso materializa la liquidación del sistema de contrato colectivo preservado de antaño el cual estipula, al menos formalmente, la participación del colectivo laboral en la vida de la factoría, condiciones más favorables de trabajo, etc. Las tesis propuestas son un llamado a la clase obrera para que ésta luche organizadamente en contra de la aplicación de nuevo código laboral y haga efectivos los puntos fundamentales establecidos por el contrato laboral colectivo con miras hacia la formación de un movimiento de lucha de clase de carácter masivo.

DE LA EXPERIENCIA
DE LAS LUCHAS OBRERAS EN RUSIA

    La experiencia acumulada por la clase obrera en la lucha sindical y huelguista es grande y multifacético. Esta experiencia se enriquece día a día. Sin embargo existen cuestiones de carácter primordial suscitadas por dicha experiencia. Es precisamente estas cuestiones fundamentales de la experiencia de la lucha acumulada que nosotros trataremos de dilucidar, formular y hacerlas merecedoras de la atención del proletariado en lucha. Esta experiencia acumulada corresponde al nivel de lucha economista alcanzada por el movimiento sindical en Rusia. Las conclusiones inferidas en la presente no serán de modo inequívoco aplicables a las condiciones de pequeños talleres artesanales y empresas donde se emplean solamente a unas decenas de obreros.

    1. El sindicato de clase ha de formarse sobre la base del principio clasistas.
    El sindicato de clase en la empresa debe hacer gala de su carácter obrero, esto es, debe estar formado por elementos de la clase obrera, y defender de forma inequívoca sus intereses. Esta es la razón porque al seno del sindicato de clase no han de pertenecer representantes de la clase explotadora y personal adyacente.
    A la categoría de los representantes de las clases explotadoras pertenecen todos los empleados en cuerpos administrativos de empresa creados por la clase explotadora, controladores y supervisores del proceso productivo y de la regulación de las relaciones productivas. A nivel de producción a esta categoría pertenecen los capataces o cualquier otro elemento ocupado en el control inmediato de la producción y que han sido asignado a su función por la administración de empresa, que no han sido elegidos directamente por el colectivo de obreros. Todos ellos son conductores conscientes de los intereses de la clases explotadoras, esto es, son los representantes de los intereses de la burguesía en su puesto correspondiente. Esta categoría de asalariados según su posición en el sistema de relaciones social-productivas e intereses materiales se encuentran enfrentados a la clase obrera. La existencia de este tipo de elementos representantes de la clase de la burguesía en el seno del sindicato obrero es antinatural y es intrínsecamente peligroso para la organización obrera. Consecuentemente, la admisión a las filas del sindicato de clase a miembros del cuerpo administrativo debe estar categóricamente prohibido.
    En aquellos casos en los que elementos del cuerpo administrativo simpaticen con las aspiraciones del colectivo obrero, su admisión ha de ser igualmente prevenida, esta vez, por otras razones. Estos elementos, por su posición, serían más vulnerables a la represión por parte de la burguesía. Por ello, sería un grave error dejar expuestos a estos elementos a la arbitrariedad de la represión burguesa.
    Al respecto de otras categorías de empleados, que no pertenecen a la clase obrera, por sus condiciones trabajo, su nivel de remuneración salarial otras circunstancias aledañas se diferencian cardinalmente de la clase obrera. Esta categoría de empleados se encuentran en una posición privilegiada con respecto a la clase obrera.
    Por un lado, este tipo de empleados, en tanto que asalariados, también se encuentran explotados, pertenecen a las masas proletarias explotadas.
    Por otro lado, este tipo de empleados, debido a la esencia de su actividad profesional se encuentran directamente enmarcados en el sistema de explotación capitalista, de una forma u otra coadyuvan a ello. Si bien de forma indirecta en muchos casos están interesados en el recrudecimiento de la explotación de la clase obrera, en tanto que los fondos para sus salarios y ciertos incrementos premiales depende del nivel de explotación de la clase obrera.
    La esencia clasista-social de este tipo de asalariados es ambivalente, su participación en la lucha de clases es, por lo tanto, inestable e inconsistente. Por ello, la formación de una organización sindical férrea que contenga en sus filas a obreros y otras categorías de empleados esta estigmatizada por la práctica. En la practica es conveniente crear dos tipos de estructuras sindicales, una de obreros y otra que englobe a otras categorías de asalariados.
    Sin embargo, el proletariado esta interesado no en la fragmentación y disipación de fuerzas progresistas, sino, por el contrario, esta interesado en la consolidación de fuerzas en contra de un explotador común. La clase obrera no sólo ha de conformar un ejército preparado para la lucha, sino también debilitar a lo sumo las fuerzas del adversario.
    A este respecto es necesario aglutinar a todos los elementos proletarios y semi-proletarios en calidad de aliados mas o menos temporales. En el peor de los casos es conveniente neutralizar las fuerzas indecisas en las filas de la burguesía, incluso atraer esas fuerzas en calidad de simpatizantes pasivos, y de esta forma debilitar la beligerancia de las clases explotadoras.
    ¿Como es posible alcanzar resultados positivos en este respecto?
    El sindicato de este tipo de empleados es necesario convertirlo en un aliado a largo plazo, sin por ello debilitar al carácter monolítico del sindicato obrero. Con este propósito es necesario crear ligazones orgánicos entres estas distintas estructuras sindicales sobre la base de una estrategia conjunta, pero, a la vez manteniendo el carácter independiente de cada uno de ellas. Un ejemplo de este tipo de estructuras unificadas es el sindicato de clase «Defensa» en Rusia. La redacción del periódico «Proletarskaya Gazheta» tiene conocimiento de los términos e información pertinente al respecto de este federación de sindicatos.
    2. El objetivo inmediato principal de la actividad del sindicato obrero en Rusia se ha de concentrar en la lucha por el control sobre puestos claves para el control de la factoría.
    El sistema de administración y gestión de la factoría en esencia constituye un modelo de estructura de poder estatal. A este respecto, las condiciones mas favorables se dan cuando, aunque sea de modo formal, el proceso productivo se encuentra reglamentado por un contrato colectivo entre el empresario o cuerpo de empresarios y los empleados. El contrato colectivo entre el empresario y los empleados se adopta a través de correspondiente órgano electivo. Cuando existen tales órganos electivo para el arbitraje de disputas laborales entre el empresario y el colectivo laboral. En este caso se dan las condiciones (¡aunque sean de modo formal!) para adquirir influencia sobre la actividad legislativa, ejecutiva y judicial en el marco de la factoría. Desde el punto de vista estratégico, el sindicato obrero debe enfocar sus energías con el propósito de adquirir un poder decisivo de influencia sobre la vida de la factoría.
    En caso de la inexistencia de estas propicias condiciones es necesario luchar decisivamente para que se den en un futuro.
    Al respecto del poder legislativo en la factoría, el contrato colectivo es una especia de constitución en la fábrica, cuya función es la de establecer un marco para el ejercicio de la actividad laboral, el funcionamiento de la factoría: las condiciones de empleo, el nivel de salarios, las condiciones de trabajo, garantías sociales, etc., hasta la formación de fondos para la manutención del colectivo laboral en caso de huelga.
    Cuando el se carece de contrato colectivo, el empresario tiene las manos libres para actuar de forma indiscriminada y arbitraria en contra de los intereses de los obreros. En estas condiciones las demandas de los obreros son un amasijo de cuestiones particulares y no el resultado de la unidad de acción de los obreros, por el contrario los conflictos laborales en estos casos finalizan con insignificantes concesiones por parte del empresario sino con la derrota la luchas del colectivo laboral.
    Si la formación del contrato colectivo esta dictado por los términos del empresario, la factoría habitualmente se convierte en un campo de concentración fascista, un paraíso de explotación inhumana e ignominioso agravio.
    Si el sindicato de obreros tiene la oportunidad de ejercer su influencia sobre el proceso de creación del contrato colectivo, los obreros tienen la oportunidad de ejercer un peso real en la actividad de la fábrica, adquieren la oportunidad de «legalizar» sus intereses y demandas laborales a nivel de la factoría. Sin embargo solamente a través de la lucha sindical se puede conseguir este tipo de concesiones. El camino que lleva esto de puede considerar de forma simplificada: Esa lucha en sus diversas etapas de desarrollo adquiere distintas formas, desde acuerdos pacíficos con el empresario en cuestiones puntuales hasta formas de presión física por parte del colectivo laboral, etc. Las posibles formas de lucha y tácticas has de determinarse sobre la base de la situación concreta y el estudio de la correlación de fuerzas. Sobre la base de las conquistas jurídicas adquiridas gracias a luchas pasadas, es necesario luchar de forma continuada y tenaz para extensión de los derechos del sindicato de obreros. El mas relajación dela lucha puede tener consecuencias catastróficas que conllevaría a la perdida indefectible de las conquistas laborales.
    Al respecto del poder ejecutivo en la factoría, incluso el mas ideal de los contratos colectivos, en la realidad no es más que papel mojado si el colectivo laboral no lucha constantemente por el cumplimiento de los puntos fundamentales de dicho contrato colectivo.
    El sindicato de obreros, a través de un cuerpo dinámico de comités y comisiones obreras, debe establecer un control escrupuloso sobre el cumplimiento de los puntos fundamentales del contrato colectivo que reflejan los intereses de los obreros. Es necesario informar al colectivo laboral de forma regular y efectiva acerca del cumplimiento o incumplimiento de los términos del contrato colectivo, y acerca de las acciones adoptadas al respecto.
    En caso del más mínimo incumplimiento por parte del empresario alguno de los puntos del contrato colectivo es imperativo reaccionar decisivamente: desde la convocación de la huelga reivindicativa, hasta la toma física de la factoría por parte del colectivo obrero.
    En ese caso, las acciones reivindicativas ejercidas por el colectivo obrero son tanto legales como legítimas, puesto que en estas circunstancias el empresario ha violado el contrato colectivo, se convertido en un delincuente y el colectivo obrero actúa correspondientemente en acto de autodefensa.
    Este tipo de conflictos han de ser resueltos a favor del colectivo obrero. En caso contrario el colectivo obrero perderá su influencia sobre el poder ejecutivo en la factoría y, de esta manera el contrato colectivo se convierte en papel mojado, que no es respetado más por el empresario. Esto conllevará la completa derrota del colectivo obrero.
    En lo concerniente al poder judicial en la factoría, existe el comité para el arbitraje de conflictos laborales. Esta comisión funciona sobre las bases creadas por el contrato colectivo y otros documentos relevantes que regulan las relaciones laborales en la factoría, que arbitran conflictos laborales, penalizaciones administrativas, despidos, etc. actos que son acatados tanto por el colectivo laboral y la administración de la factoría.
    Teniendo influencia sobre la actividad de la comisión de conflictos laborales, el sindicato obrero adquiere la posibilidad efectiva y legal de:

- defender a los obreros de la arbitrariedad de la administración. Esto evitara, entre otras cosas, solapar a obreros activistas de la represión y represalias de los empresarios;
- conseguir el castigo por las propias manos del empresario de algunos de sus representantes que se hayan destacado por la violación de los términos del contrato colectivo.

    Las conquistas de los obreros les permitirán sentirse defendidos de la arbitrariedad de los representantes de la burguesía. Por otro lado, esta situación es propicia para la activación de la actitud militante de la clase obrera. Al mismo tiempo, eso refrena la actitud represiva y beligerante propia de los representes de la burguesía.
    Una vez que el sindicato obrero se ha procurado una grado de influencia decisiva sobre la actividad de la comisión de conflictos laborales es necesario continuar este trabajo con miras a la extensión de las competencias de dicha estructura, en virtud del contrato colectivo. Es necesario que el sindicato obrero adquiera influencia sobre cuestiones como la distribución de fondeos sociales, contratación de nuevos obreros, determinación de las condiciones de trabajo, medidas de seguridad laborales, fondos de pensiones, etc.
    3. El deber y el objetivo fundamental del sindicato obrero consiste en organizar y elevar el nivel de lucha de la masa obrera. La lucha por sus derechos sociales ha de ser llevado acabo por las mismas masas obreras.
    La lucha sindical puede llegar a ser exitosa solo bajo la condición de que, ante todo, impere en la conciencia de una parte substancial de las masas obreras el descontento ante la situación de explotación. Pero esto por sí no es suficiente. Es necesario que, aunque relativamente reducido, un grupo de activistas ejerzan una iniciativa para la organización de las masas obreras en el sindicato obrero. Hoy por hoy, se ha acumulado una rica experiencia en la lucha sindical, tanto en lo negativo como en lo positivo.
    Al respecto de elementos negativos de esta experiencia luchadora se puede reseñar lo siguiente.
    En el colectivo laboral se destaca un grupo de obreros mas conscientes y activos en la lucha. El colectivo laboral se encuentra descontento de las condiciones laborales, pero este descontento se expresa se forma solapada, burda, desde el punto de vista social y político, de manera inconsistente y deleznable. Desde este punto vista la masas se antojan como un gentío de esclavos, que aún siendo conscientes de su posición de explotado y descontentos por ello, pero que todavía no estas preparados para expresarlo de manera abierta, no están preparados no solamente para la lucha por la liquidación del sistema de explotación, sino incluso de mejorar su existencia de explotado. Esto es, solamente una muchedumbre descontenta con fuertes elementos de psicología pequeño burguesa, tendente a aprovecharse de la lucha de sus «líderes» o grupo de activistas.
    El grupo de obreros activistas destacados empieza el proceso de creación formal de la organización sindical. Los activistas obreros, el comité sindical, haciendo agitación en el seno de la masa obrera, empiezan a enfrentarse al cuerpo empresarial y sus representantes. En muchos de los casos esta agitación se lleva a cabo de forma apresurada, basándose en promesas de un «futuro mejor», de forma superficial. La lucha se inicia en nombre de las masas sindicales pero solamente por las fuerzas del comité sindical. Se ignora el hecho de que la organización sindical en realidad no existe todavía como tal. En este momento el sindicato se trata de una asociación de explotados descontentos, desposeídos, humillados conformistas. A veces el empresario hace concesiones insignificantes en cuestiones particulares. Esto desorienta a los activistas, crea falsas ilusiones de victoria. El comité de empresa se lanza con sus propias fuerzas contra las fuerzas del empresario. Habiendo previamente tanteado la situación, el enemigo de clase, que tiene mas experiencia, lanza un contraataque. Las masas sindicales observan pasivamente el conflicto y de hecho traicionan a sus «líderes» y su propio sueño de un mundo mejor.
    En esta caso el intento de crear un sindicato en la factoría ve la derrota. En el peor de los casos el comité sindical bajo presiones se vende al empresario, y sobre la base de las estructuras formales del sindicato se dedican a comerciar con los intereses de las masas trabajadoras.
    En esta ejemplo concreto se han generalizado la experiencia de lucha de muchas factorías en nuestro país.
    La razón principal de las derrotas que han tenido lugar es la errónea táctica elegida por los activistas sindicales, debida a su falta de preparación política. Estos activistas no han tenido en cuenta una regla general de la lucha de clases: La lucha de clases es cosa de la clase obrera, y no solamente de sus líderes o partido.
    Esta regla es aplicable a todo tipo de conflictos social-clasistas. Es aplicable en particular a la lucha sindical en la factoría.

    El comité sindical en esencia es órgano profesional. Por ello su función principal consiste en la organización del trabajo en las masas, la preparación multifacética de las condiciones para la lucha, coordinación de las acciones, organizar la lucha contra el empresario.
    El trabajo práctico en las masas en todas las etapas del desarrollo de la actividad reivindicativa debe ser corroborada por las activistas de base. Ellos deben resolver todos las cuestiones y problemas. Ellos deben establecer los contactos con el cuerpo empresarial en cualquier situación. El comité sindical coadyuva a esto, participa en esta proceso.
    Las masas sindicales deben estar al tanto del curso de la actividad y acciones de los órganos sindicales, debe apoyar activamente a sus representantes con acciones prácticas.
    La lucha por sus intereses debe ser acometida por las masas sindicales mismas, y no únicamente por el comité de sindical y activistas. Solamente en este caso se dan las condiciones para la victoria.


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