SOBRE LA EXPERIENCIA
EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA
DE LOS OBREROS DE LENINGRADO

«La derrota después de una lucha concienzuda
es un hecho con no menos relevancia revolucionaria
que una victoria fácil» (F. Engels)

    El 14 de octubre de 1999 la factoría de celulosa de la cuidad de Viborg, de la región de Leningrado fue atacada por tropas del ministerio del interior ruso. El destacamento de tropas de élite del ministerio interior ruso, «Taifun» procedió a la toma de la factoría utilizando armas de fuego y substancias químicas contra obreros desarmados que se encontraban en aquel momento de guardia en las instalaciones de la factoría.
    Los asaltantes, habiendo neutralizado el reducido destacamento obrero encargado de la seguridad de la factoría, se dispusieron a tomar posiciones en las instalaciones. En los talleres donde el turno de noche trabajaba los obreros ofrecieron resistencia a los asaltantes. Los obreros encendieron las sirenas de la factoría, lo que alertó a toda la cuidad. En pocos minutos la factoría fue rodeada por casi mil obreros y ciudadanos que acudieron raudos en ayuda de los compañeros atrapados en los talleres. Los asaltantes abrieron fuego contra los obreros desarmados. Pero los obreros en vez de huir despavoridos ante las balas de las tropas de élite, por el contrario mostraron una valentía encomiable.
    La factoría fue rápidamente rodeada por obreros y ciudadanos. De esta manera los asaltantes quedaron rodeados sin posibilidad de huida. Las tropas de élite en vista de la situación de vieron obligados a atrincherarse en el edificio de la administración con la esperanza que el ministerio del interior mandase refuerzos. En su desesperada huida las tropas del ministerio del interior tomaron prisioneros a varios obreros entre ellos algunos heridos de bala y mujeres los cuales fueron objeto de torturas ignominiosas humillaciones.
    Como resultado del asalto varias decenas de obreros fuero heridos, entre ellos más de diez fueron heridos de seriedad.
    Temprano por la mañana se agolpaban miles de personas procedentes de localidades vecinas que llegaron en ayuda de los obreros de la factoría de Viborg. Para aquel entonces los cobardes asaltantes habían sido neutralizados y desarmados por los obreros de la factoría.

«Proletarskaya Gazheta», № 5

    Inspirado por una victoria en la colisiуn directa y sangrienta con el burgues por el fascista, obreros la factoría de celulosa se despache el mejor en las casas en la expectativa de cambios en la vida a.

Atrás una experiencia de lucha sangrienta

    El 9 de Julio de 1999 las tropas del ministerio del interior atacan a la fábrica de Viborg. Dos obreros resultaron heridos. Los asaltantes son expulsados del territorio de la fábrica. ¡Victoria!
    El 14 de Octubre de 1999 tuvo lugar una batalla sangrienta. Obreros desarmados son hostigados con armas de fuego, varios obreros son tomados secuestrados y torturados. El asalto se saldo con decenas de heridos. El asalto fue un fracaso. Los terroristas armados del ministerio de interior son expulsados deshonrosamente del territorio de la fábrica. ¡De nuevo Victoria!

    Después de estas lecciones los obreros se volvieron más cautos. El territorio de la fábrica desde aquel entonces esta guardado día y noche por destacamentos de obreros. Los obreros estuvieron preparados para defender la fábrica al primer toque de sirena. Más aún, la dirección de la empresa fue elegida por el colectivo laboral y sus intereses estaban salvaguardados por el comite sindical. En aquel momento nadie podía prever sufrimiento y la posterior derrota.
    Sin embargo la fábrica no funcionaba. Los obreros no recibían sus salarios. Las familias obreras pasaban hambre. La preocupación crecía entre los obreros. La administración de la fábrica trataba de convencer al colectivo laboral que se daban las condiciones necesarias para la producción. Pero las cuentas bancarias de la fábrica fueron congeladas por razones desconocidas. La administración aseguraba que se esta llevando a cabo una investigación al respecto. ¡Hay que aguantar! Los obreros se preocupaban, pero esperaban con paciencia.

    La burguesía se asusto ostensiblemente ante la actitud revolucionaria de los obreros de la fábrica de Viborg. La lucha heroica por sus derechos e intereses se ha convertido en un ejemplo para otros, que amenazaba con soliviantar a toda Rusia y podría desestabilizar el establecimiento social clasista de todo el país. Por ello la burguesía, olvidando por un momento sus rencillas internas, se apresuro a hacerse con la situación, poniendo bajo su control la parte mas activa del colectivo obrero y sublimar su actividad revolucionaria en hueros verborrea, elecciones, foros y reuniones.
    Con este propósito la burguesía de la fábrica accedió a permitir una conferencia de representantes de colectivos laborales de todo el país hospedado en la localidad de la fábrica.
    La conferencia en cuestión no puede ser analizada desde un punto de vista sesgado.
    La conferencia había sido convocada bajo la iniciativa de un número considerable de fábricas conjuntamente con representantes de varias fuerzas políticas opositorias al gobierno. Los objetivos de la conferencia, naturalmente, fueron fijados por la burguesía según sus intereses concretos de clase a pesar de que formalmente estos objetivos fueron proclamados como intereses de los trabajadores.
    Los delegados obreros a la conferencia no pudieron, como era de esperar, tomar el control sobre la nueva estructura formada, desarrollarla y transformarla en un órgano organizativo de la resistencia obrera en la actual etapa de la lucha.
    Aunque los obreros no apoyaron enérgicamente la estructura formada, esta fue proclamada en su nombre y la burguesía la manipulara para subyugarla a sus intereses.
    Más aún, la nueva estructura proclamada en la conferencia permitirá a la burguesía obtener sin demora información operativa y fiable sobre el estado de animo de las masas trabajadoras. Esto a su vez crea condiciones favorables para que la burguesía tome medidas a tiempo contra amenazantes revueltas obreras.
    Estos aspectos conforman el lado negativo de la conferencia.
    No obstante la burguesía no vio sus deseos cumplidos completamente. Los delegados obreros pudieron ejercer su influencia en el transcurso de la conferencia, esto es, en la conferencia quedo de manifiesto el carácter de clase de la representación obrera. Esto nos indica que los sectores activos de la clase obrera no solamente se han hecho conscientes de la necesidad de aunar las fuerzas del proletariado sobre una base clasista, sino que, más aún, están preparado para actuar de forma independiente y políticamente consecuente en esta situación, formular sus intereses y defenderlos correspondientemente.
    Gracias a la conferencia los delegados obreros venidos de diversas regiones del país pudieron intercambiar información y experiencias combativas, establecer contactos recíprocos.
    Los delegados obreros tuvieron la oportunidad de adquirir experiencia en cuestiones de organización a nivel estatal.
    Estos aspectos conforman el lado positivo de la conferencia.

    Posteriormente los obreros de la fábrica de Viborg conocieron que algunos de sus compañeros miembros del comité sindical desmoralizados se vendieron a la burguesía, el presidente del comité sindical, Kiriakov, resultó ser un provocador infiltrado. En la composición clasista del comité sindical dominaba la intelectualidad técnica y managerial de la fábrica. El colectivo obrero reelegió de forma contundente a los miembros del comité sindical y expulsó de la fábrica al agente provocador. Sin embargo después del incidente de nuevo se avino una calma expectante.
    Mientras los obreros pacientemente esperaban la misericordia de su dirección burguesa el enemigo de clase no cejaba en su actividad diversificante mediante el tratamiento individual de miembros del colectivo obrero.

    Parte del colectivo laboral está conformado por pobladores de la localidad Sovietskii. En este caso no solamente el salario vinculaba a estos obreros a la fábrica. De hecho la vida de sus familias y su propia existencia dependía plenamente de esta fábrica. Del buen funcionamiento de la fábrica dependen los servicios comunales y otros servicios de carácter social, asistencia médica, escuelas, así como otros aspectos fundamentales de la vida de los pobladores. La fábrica de Viborg era el único centro fabril de los alrededores. Actualmente debido al galopante desocupación en nuestro país encontrar un empleo en otras regiones es extremedamente improbable. De la actividad de la fábrica dependían también las esperanzas de encontrar una ocupación para las generaciones venideras.
    Estos factores han determinado el nivel mínimo de reivindicaciones laborales expuestos por el colectivo: mantener la producción y no más. Como resultado los obreros locales se encontraban unidos por intereses grupales y no individuales.
    Los obreros de todas las calificaciones componían dos tercios del colectivo laboral. La mayor parte del colectivo estaba conformada por obreros locales.
    Todos los obreros locales poseen pequeños terrenos donde se cultivan productos básicos. Esto ha permitido al colectivo obrero resistir la huelga.
    No obstante este circunstancia, primeramente desvía la atención de los obreros en huelga, segundo, genera la ilusión de autosuficiencia. Este factor no ayuda a excitar entre los obreros actitudes ofensivas, por el contrario ayuda a fomentar actitudes defensivas.
    La segunda parte del colectivo laboral de la fábrica estaba conformada por ciudadanos provenientes de otras regiones del país, que se han convertido recientemente en empleados de la fábrica. Esta sección del colectivo laboral estaba primodialmente conformada por personal de alta calificación.
    La posición laboral y el nivel de salarios han determinado el nivel y el estado de las reivindicaciones económicas de este grupo de empleados. El salario ha sido la única fuente para su subsistencia. Este grupo de asalariados no ha tenido otras fuentes de manutención.
    Por ello el carácter grupal de sus intereses económicos ha resultado ser un tanto inestable. Esta parte de los empleados ha actuado de forma activa y decidida cuando la fábrica se encontraba en peligro de cierre y, por otro lado, las posibilidades de recolocarse son mínimas. Dado el cambio en la correlación de fuerzas y en virtud de su específica situación social y económica esta categoría de asalariados ha resultado más vulnerables a la política diversificante de la burguesía, más pretensos a venderse ésta última.
    El 16 de Enero de 2000, domingo. La fábrica descansaba. El colectivo obrero ya desgastado por el dilatado conflicto laboral que conllevó a un agravamiento de las condiciones de vida, empezó a bajar la guardia. No obstante la fábrica siempre estaba guardada por destacamentos de obreros preparados en caso de asalto por parte del aparato represivo del régimen.
    Esa noche en el territorio de la fábrica se encontraban varias de decenas de celadores distribuidos por todas las instalaciones. El enemigo esta vez se encontraba mucho mejor informado acerca de la situación gracias a la actitud cooperante de cierta disidencia en el seno del colectivo laboral.
    A las 22 horas a las puertas de la fábrica llegaron varias decenas de vehículos de servicios privados de seguridad cuyos tripulantes de dispusieron a la toma de las instalaciones fabriles. Traidores entre los obreros abrieron la puerta principal. Los obreros celadores fueron neutralizados sin resistencia. La fábrica cayó rápidamente en las manos de los asaltantes.
    Los obreros de la fábrica de Viborg supieron acerca de lo ocurrido solamente por la mañana. A las puertas de la fábrica se agolparon 300 personas. En ese momento no había esperanza de recibir ayuda de localidades vecinas en tanto que la comunicación telefónica había sido cortada y todas las vías de acceso a la localidad Sovietskii habían sido bloqueadas por tropas del ministerio del interior. Esta vez el enemigo se había preparado concienzudamente al asalto.
    No fueron estas circunstancias las que imposibilitaron al colectivo laboral luchar de nuevo. Esta vez en el seno del colectivo obrero se encontraron traidores. En estas condiciones un cualquier intento de retomar la fábrica hubiera sido en vano.
    ¡Los heroicos obreros de la fábrica de celulosa de Viborg se vieron obligados a reconocer la derrota, pero no se han entregado! La lucha continúa.
    El análisis de las causas de la derrota.

    1. Los obreros de la fábrica de Viborg se levantaron a defender sus intereses económicos intrínsecos aliado con un grupo de la burguesía.
    Primero, la burguesía nunca luchará por los intereses de los oprimidos sean cual fueren las circunstancias. Siempre tratará de salvaguardar sus intereses de clase a costa del sudor y la sangre de la clase obrera.
    Segundo, la burguesía en base a su esencia de clase no es un aliado fiable. Siempre tratará de traicionar a su aliado confabulada con el adversario si por ello obtiene beneficio o por miedo de perder las riquezas que tiene.
    Tercero, es el enemigo de clase del cual la burguesía tiene miedo, más que a cualquier otro sector de la burguesía con el que esté compitiendo.
    El establecimiento de alianzas en el curso de la lucha es un fenómeno natural. Sin embrago en este caso el aliado resultó ser un sector de la burguesía. Por ello los obreros han de tener en cuenta y nunca olvidarse de esta particularidad. En este caso los obreros se relajaron en esta cuestión.
    Los obreros de la fábrica de Viborg cedieron voluntariamente el liderazgo de la lucha a la burguesía, confiando a la última su futuro y sus propias vidas. En última instancia este aliado burgués traicionó a los obreros aviniendose a pactar con sus oponentes y competidores un acuerdo para la partición del beneficio.
    En semejante situación los obreros han de formar estructuras directivas de carácter de clase para dirigir la lucha o, en el peor de los casos, concentrar en sus manos las palancas principales del control sobre la fábrica. Este órgano directivo debe establecer un recio control sobre la actividad de la administración, sobre la organización del la actividad productiva de la fábrica, el balance de gastos e ingresos, operaciones comerciales con otras instituciones, etc. La seguridad de la fábrica ha de estar en manos exclusivas del colectivo obrero. Los obreros deben estar preparados para defender la fábrica ante cualquier ataque en cualquier momento teniendo en cuenta las aptitudes y el armamento del enemigo.
    La observación de estas condiciones convierte en real y no en ficticia la alianza de clase.
    Semejantes situaciones son una escuela ideal para la preparación de la clase obrera para la lucha futura. Precisamente bajo estas circunstancias es más fácil aleccionar a la administración a defender los intereses económicos del colectivo laboral, consienta la formación del comité sindical y fortalecer su base material y técnica, crear una comisión para el arbitraje de conflictos laborales, crear estrechos vínculos con obreros de otras fábricas, etc.
    Los obreros han de recordar que en caso de victoria en una situación similar el temporal aliado burgués indefectiblemente y objetivamente se convertirá en abierto enemigo de clase y opresor.
    2. La hegemonía de clase y social de los obreros en los órganos directivos del colectivo laboral no es por sí una garantía contra la traición y el filisteismo de algunos de sus miembros o de la estructura entera. ¿Por qué?
    Los obreros que todavía se encuentran en el nivel de la lucha economicista no poseen por sí mismos conciencia de lucha. Su conciencia en esencia todavía es pequeño-burguesa, exclusivista y egoísta. Aquellos individuos que se han eregido en líderes de estas masas obreras llevarán a cabo de forma consistente la lucha economicista hasta en tanto que sus intereses individuales no entren en contradicción con esta última. Esta conclusión no es aplicable a aquellos obreros conscientes, que en la presente etapa de lucha son excepciones salidos de la norma general.
    Sin embargo los obreros deben formar órganos directores del colectivo laboral de acuerdo con el principio de clase. ¿Por qué?
    Primero, los obreros aprenden mejor la ciencia de la lucha de clases, sus entresijos y problemas sobre la base de la experiencia propia. Su participación en la dirección de la lucha es una preparación práctica para la lucha de clases futura. Sin esta ciencia un salto cualitativo del movimiento no será posible, por el contrario, la lucha solo conllevaría pérdidas y victimas innecesarias.
    Segundo, objetivamente, por lo general, la conciencia de clase es más consistente entre los obreros fabriles que entre los representantes de la intelectualidad.
    Tercero, los obreros entienden y controlan mejor a líderes que vienen de su propio medio, es más fácil prevenir una posible traición.
    Por otro lado es necesario restringir las competencias de este reducido grupo de elementos que conforman el liderazgo obrero.
    Por ejemplo:
    a) es necesario excluir de forma categórica de las competencias de este grupo de individuos el derecho de disponer de recursos financieros y materiales y decidir cuestiones cruciales para el futuro del colectivo con la administración de la fábrica o el estado burgués;
    b) una comisión electiva debe disponer de los correspondientes recursos materiales y financieros;
    с) para decidir cuestiones cruciales con la administración de la fábrica o con el estado burgués es necesario elegir una comisión temporal a la que se le delega el derecho de tomar decisiones de parte del colectivo laboral.
    Digamos que para la organización de cada huelga concreta es necesario elegir un comité de huelga sobre la base la organización sindical local.
    Al mismo tiempo las amplias masas obreras tienen la oportunidad de entrar en contacto con la escuela de organización social.
    Los factores expuestos en la presente son los más relevantes, sin embargo, no son los únicos en juego.
    Solamente una organización políticamente competente, la vanguardia política de clase es capaz de prever y prevenir errores de principio en la lucha de clase del proletariado. La lucha política es tal que obliga al obrero a enfrentarse a la realidad objetiva y a encontrar formas de resolver problemas concretos.
    Esto obliga a aquellos activistas políticos que poseen los conocimientos científicos necesarios en la disciplina de la lucha de clases dedicarse en cuerpo y alma, durante toda su vida, a la formación del partido marxista-leninista, sobre la base de obreros conscientes. Esto se ha convertido en una necesidad obvia de nuestro tiempo.
    Sin la vanguardia política la lucha obrera indefectiblemente sufrirá derrotas tras derrotas llevando tras de sí numerosas víctimas. A su vez, la formación y el crecimiento numérico de la vanguardia política será posible sólo en el caso de que los revolucionarios organizados participen en la práctica diaria de la lucha de las masas obreras, no aleccionar a las masas obreras desde la distancia, desde la tribuna de un congreso o de una manifestación.
    La vanguardia política de clase es la vanguardia de la clase obrera en lucha, esto es, el que recibe primeramente la embestida del adversario.



A PESAR DE LAS IRAS DE LA BURGUESÍA
LA ANTORCHA DE LUCHA
ENCENDIDA POR LOS OBREROS DE LENINGRADO
NO SE HA APAGADO



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