LA FASCISTIZACIÓN DE LA FÁBRICA RUSA
La buguesía rusa ha lanzado una ofensiva en todos los frentes contra la clase obrera rusa. Desde la proclamación oficial de las «reformas» burguesas el precio de la mano de obra en Rusia de acuerdo con la estadistica oficial ha caído 2,5 veces. Ahora las clases dominantes se ha propuesto reducir aún más el precio de la mano de obra, reduciendo los sueldos a la mitad el gobierno burgués ha prometido sacar al país de la crisis. Lamentando hipócritamente la dependencia de la economía del país del capital extrangero el capital ruso, tanto privado como estatal (el capital «democrático» y el capital «patriótico»), estas sangijuelas del revisionismo de Khruchov y Brezhnev se preparan para una nueva amplia ofensiva contra los derechos de los trabajadores incrementando de esta forma el insoportable índice de explotación al que se ver abogado el proletariado ruso.
La actual crisis mundial, la rivalidad entre diferentes sectores del capital imperialista por el dominio de las fuentes de superbeneficios conlleva conflictos armados, desde la invasión de las tropas de la OTAN, con la participación de un limitado contingente de tropas del ejército ruso en el territorio del Yugoslaviam, hasta la sangrienta guerra en el territorio de Chechenia en Rusia. Estas guerras no sólo da el traste con las vidas de soldados y mercenarios rusos, sino asimismo conlleva una terrible carga económica sobre las espaldas de los trabajadores rusos. La creciente militarización de Rusia tiene como resultado la persistente pauperización de las masas obreras incluso en aquellas fábricas que producen equipos militares.
La nueva ofensiva del capital ruso sobre los derechos y la vida de los trabajadores obliga a estos últimos a levantarse en lucha por sus intereses vitales, contra las clases dominantes. Esta lucha se perfila prolongada, dura y sangrienta. El proletariado de prepararse de forma seria, concienzuda. Los tiempos de confusión, huelgas de hambre, suicidios colectivos debido a la desesperación, fútiles piquetes a las puertas de los palacios del poder, la miserable espera por la misericordia de la burguesía, en proceoso judiciales interminables, manifestaciones controladas por los sindicatos bugueses y organizaciones burguessas aledañas, huelgas seguidistas y de estrechos horizontes economicistas, el cretinismo parlamentario y las ilusiones pequeñoburguesas en la generosidad de las clases dominantes están pasando a ser cosas del pasado.
Durante estos últimos años Rusia se ha visto sacudida por la combatividad del proletariado contra la desvergonzada explotación por parte de la buruesía rusa, desde combativas huelgas hasta la «guerra de los railes», pasando por la toma violenta por parte de los obreros de las factorías incluyendo el enfrentamiento organizado con los cuerpos de represión del estado. Estos hechos han creado nerviosismo en el seno de la burguesía obligando a ésta a tomar medidas extremas incluyendo la utilzación de armas de fuego contra obreros desarmados. En algunos lugares se ha derrramado sangre obrera. Estos actos de barbarie por parte de la burguesía rusa muy lejos de amedrentar a la clase obrera ésta se ha hecho consciente de la necesidad de mobilizarse y organizarse con el propósito establecer estricturas organizativas superiores.
Estas acciones por parte de la masas oprimidas por el momento han tenido in caracter espontaneo y relativamente local. Principalmente estos actos han transcurrido bajo bajo el control de los sindicatos burgueses o los proburgueses sindicatos «amarillos» los cuales perseguían objetivos púramente economincistas con tímidas propuestas de reformas de la actual legislación laboral burguesa. Sin embargo esta lucha ha enriquecido la experienia de lucha del proletariado ruso y ha generado un avance en la calidad del movimiento obrero en Rusia.
Hasta cierto punto los obreros rusos han aprendido a maniobrar con el presente código laboral y a coartar las ilegalidades por parte de los empresarios. Como resultado, los empresarios han sido imposibilitados de actuar de manera arbitraria, mandado a los obreros a «vacaciones» forzadas a cuenta de estos últimos, etc. Los obreros han encontrado formas de soslayar las acciones ilegales de los empresarios sobre la base de la actual legislación laboral. Los sindicatos burgueses han sido finalmente desesmascarados y ridiculizados. Los obreros se organizan sobre la base de estructuras sindicales de clase como el sindicato obrero «Zashita Truda» («Defensa del Trabajo»).
Los obreros más conscientes se dan cuanta paulatinamente de la necesidad de una organización obrera de vanguardia sin la cual la lucha obrera se vería abogada a la derrota tras derrota. Más aún, la parte más activa de la clase obrera se está concienciando que se necesita una vanguardia política de clase y no una extensión pequeñoburguesa del sindicato. Por ello hoy por hoy la propaganda pequeño burguesa no es bien recibida por la clase obrera, queda expuesta politicamente ante los ojos de esta última. No sólamente individuos sino las amplias masas obreras estan entendiendo la necesidad de resolver este problema fundamental del movimiento obrero Ruso.
La clase obrera rusa se está transformando de una masa indolente y desorganizada en una fuerza organizada. Esto crea las condiciones para serios enfrentamientos de clase con la burguesía, que conlleva a la reducción de la norma de beneficio de los capitalistas rusos y del capital internacional. La burguesía no tiene intención de aceptar este contratiempo. Es por ello que las clases dominantes va a utilizar nuevas formas y nuevos artefactos para intensificar su ofensiva contra las clases explotadas.
Uno de los puntos fundamentales de la medidas draconianas que se dispon a adoptar la mafia burguesa consiste en la adopción de un nuevo código laboral, según el cual en las factorías se impondrían formas fascistas de relaciones laborales entre la administración y los empleados.
La propaganda burguesa ha preparado una sarta de falacias para confundir al expectador pequeño burgués y desvrtuar la real esencia fascista de la reforma del código laboral. Como una de las argumentaciones se arguye el nuevo código laboral es llamado a modernizar las relaciones laborales consistentemente con los cambios operados en la economía estos últimos años, con el propósito de promocionar las inversión en el sector industrial, mejorar la disciplina laboral, incrementar la «mobilidad de la mano de obra», la modernización de la fábrica y, como resultado, la reducción del número de empleados (el actual código laboral pone trabas a ésto) etc.
El ministerio de trabajo ha propuesto un proyecto de código laboral que en esencia da al traste con el código laboral vigente actualmente. Este proyecto de «código laboral» conyeva la materialización de la fascistización de las relaciones laborales en la producción.
Estos son algunos de los ingredientes del proyecto de «código laboral»:
- la administración puede despedir a cualquier empleado sin causa aparante o explicación, esto es la arbitrariedad del empresario con respecto al empeado queda lgalizada. El sindicato en este caso pierde la facultad de intervenir - artículo 27, punto 1;
- el trabajador puede ser privado de sueldo o despedido por exponer públicamente las arbitrariedades o ilegalidades de la administración de la empresa. Este punto se argumenta al peligrar la «reputación del empresario en los ojos de los clientes». Los miembros del comité sindical dejan de ser inmunes - artículo 27, punto 3;
- el sindicato es totalmente privado del derceho a información, del acceso a las intalaciones fabriles, de lugar de reunión, de la posesión de cuenta bancaria para el ingreso de las cuotas sindicales. Al sindicato se le niega la facultad tomar acciones legales contra miembros de la administración (está permitido en el actual código laboral). Esto es, los empleados de hecho se ven relagados a acciones ilegales para poder defender sus derechos;
- de nuevo se introduce la práctica de las «listas negras». Se permite rechazar la petición de trabajo a un obero sin explicación alguna. Eso es, se restauran las peores tradiciones de gendarmería de la Rusia zarista, el orden de la Alemania fascista y la política anti obrera americana del «chivatazo» para perseguir y acabar con cualquier obrero concienciado. Consistentemente aquellos obreros cuyos nombres petenecen a estas listas negras nunca podrán acceder a un puesto de trabajo;
- al empresario se le concede el derecho de «lock out», esto es, el despido en masa de todo el colectivo laboral. En particular, se crean tales trabas para la convocación de huelgas que el sindicato prácticamente queda privado de recursos legales - artículo 25, punto 2 y artículo 26, punto 4;
- aquel empleado que desee rescindir el contrato laboral prematuramente ha de afrontar multas - artículo 25, punto 2 y artículo 26 punto 4;
- la agitación por parte de organizaciones sociales y sindicales, panfleteo, piquetes, etc. estaran prohibidos durante el transcurso de las negociaciones con la administración - artículo 36, punto 1;
- en caso de reconcesión de la producción el contrato colective queda automaticamente anulado. Esto da la posibilidad a la administración de la factoría a anular cualquier contrato colectivo que coherte sus intereses a traves de un simple procedimiento formal - artículo 37, punto 3;
- aquel contrato colectivo que sea conveniente al explotador podrá ser extendido indefinidamente por la administración, de esta forma estos últimos podrán mantener una fachada «democrática» al arguir la existencia de un contrato colectivo. Durante el periodo de vigencia del mal llamado contrato colectivo este último no puede ser objeto de enmiendas. De esta forma el colectivo laboral estaría sometido a una cabal y perenne «Constitución» - artículo 41;
- el periodo de vacaciones anuales se reduce a 14 días - artículo 64;
- el empresario tiene el derecho de interrumpir las vacaciones de cualquier empleado bajo su propio albedrío;
- se liquida el límite al número de horas extras - artículo 58;
- la administración tiene el derecho de hacer trabajar a los obreros los sábados - artículo 59, punto 1;
- el sistema de multas vigentes antes de 1917 es restaurado - artículo 75, punto 2 y artículo 80, punto 1;
- las multas pueden alcanzar el 50% del sueldo mensual - artículo 76. Asimismo los empleados se verán obligados a pagar multas a la administración por incumplimiento del plan de beneficios. En particular los empleados han de pagar multas desproporcionadas por la organización de huelgas independientemente de la causas que las haya promovido;
- el director de la factoría tiene el derecho a cambiar el sistema de remuneracíon fija al obrero, según los resultados del trabajo al sistema de remuneración basado en una tarifa mínima mas remuneraciones premiales cuya magnitud es determinada unilateralmente por el primero;
- el comité de conflictos laborales serán reemplazados por comisiones cuya mayoría de miembros sera designada por los miembros de la administración;
- se implanta un procedimiento estricto para la convocación de huelgas. La huelga ha de ser precedida con una semana de antelación por un paro «de aviso» de una hora. Durante ese periodo de tiempo la administración tiene en su posición una gran suerte argucias legales para prevenir la acción huelguista - artículo 116;
- los obreros no serán remunerados durante el la duración de la huelga independiente de su caracter - artículo 118, punto 3;
- el empresario tiene derecho a rescindir contratos laborales bajo su albedrio y en caso de huelga reemplazar al colectivo laboral por strike breakers - artículo 119;
- se prohibe al colectivo laboral impedir el acceso a las intalaciones de la factoría a strike breakers, bajo severas penas - artículo 114.
Este proyecto de nuevo código laboral, en esencia fascista, contiene gran suerte de restricciones a los derechos de los obreros tiene el propsósito de tranformar estos últimos en una masa indolente y desprotegida de siervos. En la presente nos hemos remitido presentar un número limitado de fragmentos del proyecto del nuevo código laboral.
La burguesía ha preparado varias variantes del proyecto en caso de un posible estallido de descontento social. Sin embargo todas estas variantes en esencia materializan la intauración formas fascistas de relaciones de produccion entre el empresario y asalariados. De cualquiera de las maneras a la clase obrera se vería remitida a una elección sin elección.
Los sindicatos burgueses por su parte también han propuesto su propia variante de proyecto de nuevo código laboral. Dicho poyecto es fundamentalmente anto obrero, profascista en relación a los derechos de la clase obrera aunque aquellos aspectos más controvertidos esten enmascarados con intrincadas fórmulas jurídicas y falaz berborrea. De esta forma los sindicatos burgueses han demostrado flagrantemene que son organizaciones anti obreras hasta el tuétano y en este caso se han decantado a favor del fascismo de la burguesía.
En caso extremo el ministerio de trabajo ha preparado una serie de proyectos de ley para la paulatina transformación del presente código laboral de acuerdo con los designios fascistas de la burguesía con el propósito de confundir a la clase obrera y evitar un estallido social.
La federación interregional del sindicato obero «Zashita Truda» [«Defensa del Trabajo»] y el Fondo para una academia obrera ha preparado su propio proyecto de código laboral, que ha sido refrendado por la mayoría de sus organizaciones obreras. En diciembre de 1997 este proyecto fue propuesto como poyecto alternativo a la Duma rusa por los diputados Grigorev y Avalianin. Este proyecto aún padeciendo de una serie de puntos débiles, hoy por hoy es el único documento alternativo al proyect burgués-fascista de nuevo código laboral, consolida y extiende los derechos de los obreros con respecto al presente código laboral.
Hasta ahora la Duma Estatal ha ignorado este documento alternativo.
LA PRIMERA ADVERTENCIA
El 17 de Mayo del presente año bajo la inciativa de la federación de sindicatos obreros «Zashita Truda» [«Defensa del Trabajo»] se desarollaron a lo largo de todo el territorio ruso huelgas y otras acciones de protesta contra los aviesos planes de la burguesía rusa de legalizar la fascistización de la fábrica rusa a traves de la liquidación del presente código laboral. En este dia de protestas participaron alredor de 300 mil obreros:
- bajo la dirección del sindicato portuario en los puertos marítimos de Vladivistok, Nakhodki, Petropavlosk-Kamchatka oriental y Novosobisrk han tenido lugar huelgas de aviso en las que han participado unas 15000 personas. Justo a las 10 de la mañana, hora local, en estos puertos se pararon las todas actividades portuarias, sonaron las sirenas etc.;
- en la región de Astrakhan fueron a la huelga alrededor de 7000 obreros en 50 empresas;
- en Novosobirsk en las acciones de protesta participaron unas 8000 personas de 48 empresas;
- la fábrica de producción de equipos de Yasnogorsk se paró por una hora. En esta acción participaron unas 3500 personas;
- en la República de Komi, en la mina más grande de Europa, Vorgashorskaya fueron a la huelga alrededor de 1000 personas.
En algunas regiones del país la burguesía trató de prevenir la huelga, por ejemplo, en la ciudad de Kurchatov en la región de Kursk y en Vladivostok. Sin embargo las amenazas de la burguesía no han amedrantado a los obreros.
SOLIDARIDAD INTERNACIONALISTA
DINAMARCA
Nosotros, obreros y funcionarios sindicales de varios países de Europa - Bélgica, Dinamarca, Fracia, Noruega, Alemania - que participaron en el VI Congreso internacional de sindicalistas en Odense (Dinamarca) expresamos nuestro más decidida repulsa contra el proyecto de nuevo código laboral que la Duma Estatal rusa se propone adoptar. Esto significaría para la clase obrera rusa la perdida de sus últimos derechos laborales.
Nosotros en nombre del Solidaridad Internacionalista apoyamos decididamente la lucha de los obreros rusos y sus acciones de protesta contra la adopción del proyecto de nuevo código laboral que en esencia es antiproletario y reaccionario.
Nosotros nos comprometemos a hacer todo en nuestros medios para desaarollar la solidaridad con la lucha de la clase obrera rusa para que la lucha de esta última sea conocida por el proletariado de nuestros países.
VI Congreso Internacional de sindicalistas Odense (Dinamarca),
11 de Junio 2000